Nunca antes un evento tal como éste pudo lograr emocionarme tanto.
Sentimientos a flor de piel se diluían entre la espectación de la multitud allí congregada...
Cada vez faltaba menos para escucharlo, verlo, admirarlo...Cada vez faltaba menos para emocionarme.
El típico nerviosismo se apoderaba de mi, como cual amante esperando a su amado en la estación de tren por primera vez.
Puertas que se abren, personas que gritan, canciones que retumban, sensaciones nunca vividas...El tiempo empezaba a detenerse, mínuto a mínuto...Ya estoy dentro, sentado, espectante a la salida de ese maestro, de ese vigía distante, ese amigo no conocido, ese paño de lágrimas.
Su voz, suena, saluda, agradece y...COMIENZA.
Nervios, los mismos de antes magnificados sin precedente...canción tras canción era atrapada por mis oidos, canción por canción era tarareada y cantada por mis labios...Los ojos, esos no dejaban de llorar...Nunca, nunca habían llorado tanto de felicidad y tristeza...Móvil,llamada, perdida, denuncia...Da igual.
Un final apoteósico se estaba hilando tras su pensamiento...la canción, esa, esa que una vez escuché sobre las rocas en su compañía...Ni peces, ni Magdalenas, ni Arenas movedizas...Y sin embargo te quiero...qué otra si no?...Mecheros, luces, movimientos intrinsecos...Lágrimas, el frío desaparecia, sólo recuerdos e instancias...Tiempo detenido...ni mínutos ni segundos...Nada.
Gracias, Sabina.
Y sin embargo...
http://www.youtube.com/watch?v=wPJlBxkWuj4
FOTO: Preso por sus recuerdos, gran superviviente
