jueves, 12 de noviembre de 2009

El reflejo de un no-amor


Fulgurante belleza que desprenden del letargo
al rocío de una noche extasiada por su voz
la alegría de un querer que llegó a saciar los años
castigada por los dioses su condena otorgó.
Escondida entre arboles su vida acarrea
repitiendo sin cesar lo que en el aire escuchó.
Destinada al oscuro y tétrico silencio
de un amor no permitido que su amado despreció.
De los bosques un galán ataviado de arrogancias
despreciante ser amado un día cautivó,
entre las aguas manantiales un reflejo él sintió,
la imagen de una flor tejida por las Parcas
Fallecieron las fuerzas obstinadas y el sentido
al ciego amante amado, que a su suerte
la costosa beldad que cayó vencida
Y ahora, en flor purpúrea convertido,
el agua, que fue principio de su muerte,
hace que crezca, y prueba a darle vida.
Mientras ella lo contempla bajo el llanto adolorido
de un amor ya vacio,que a su final nunca llegó.

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