martes, 12 de mayo de 2009

Un conejo, una hormiga y un cristal





-Ey tú, dónde vas?

-No lo sé. Lo único que quiero es llegar

-Pero a dónde te diriges?

-Solo me tengo que dejar llevar por la situación.

-Y qué situación?

-Esta.

-Ésta?

-Sí, ésta, la cual estoy compartiendo contigo.

-No quiero llegar tarde.

-Y por qué estás al otro lado de este cristal?
-No lo sé, pero quiero tocarte, es demasiado frío este lugar para mí.

-Me esperarás?

-Pero a qué he de esperar?
-A poder tocarte y entrar.

-Dónde?

-Donde lo que era es y lo que es fue. Donde las lágrimas son mares y las sonrisas soles, donde una mirada ilumina más que el sol y donde un beso sabe a miel.

-No eres un poeta, lo sabias?

-Sí lo sé, pero he de decirte que las poesías no solo son palabras que riman ni versos hermosos. Yo solo digo lo que siento y algún día llegaré a ser tan bueno como tú.

- Solo permíteme entrar!

-Aun sigo sin entenderte.

-No hace falta que me entiendas, solo siente y desealo tanto como yo sin que desfallezcas en el intento.


La hormiga nunca entendió lo que quiso decir aquel famélico conejo, lo único que pudo ver en sus ojos fue un deseo irrefrenable de compartir su vida con quien tanto anhelaba.


1 comentario:

  1. Vaya si me quedé agusto jajaja

    Después te hago un comentario de tu actualización pero, el deber me llama y no puede esperar.

    Un kiss gemelín!

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